Propiedades Medicinales del Haya

La Haya es un árbol que nos regala un espectáculo de colores impresionante durante los cambios de estación. Su follaje se tiñe de colores rojizos y anaranjados en otoño y le otorga al paisaje su característica estampa en esta época del año.

Se levanta de forma imponente en las tierras templadas del continente europeo. Para crecer, necesita suficiente espacio, suelos frescos y una buena humedad ambiental. Puede llegar a alcanzar una altura de más de 40 metros y ramificarse ampliamente. El Haya (Fagus sylvatica), es un árbol de hojas caducas de la familia de las fagaceas.

Ha sido una de las especies vegetales trascendentales para la historia de la humanidad por muchas razones.

Historia del Haya

La humanidad ha estado vinculado al árbol del Haya desde tiempos inmemoriales. Ha tenido un papel importante en diversos aspectos: como fuente alimenticia para humanos y animales, por sus propiedades medicinales, y como símbolo de diversas religiones y actividades mágicas.

En la mitología romana, el Haya está relacionado con la diosa Diana, quien es la diosa de la cacería y la Luna. Ha sido venerado como símbolo de la fertilidad y se le han ofrecido ceremonias y ofrendas a cambio de buenas cosechas y descendencia.

Antiguamente las cenizas del árbol eran utilizadas en sesiones de ocultismo y sus ramas, eran el elemento por medio del cual se obtenían premoniciones a través del sueño. También se usaban las cenizas para canalizar la comunicación con el más allá.

Medicinalmente, los usos en donde el Haya ha sido más aplicado incluyen: alivio de inflamaciones, tratamientos dermatológicos, de ortodoncia y para la expulsión de las piedras en los riñones. Usos que fueron aplicados de forma rudimentaria en el pasado y que se han especializado con el paso del tiempo.

Características principales del Haya

Se encuentra distribuido por todo el centro y el oeste de Europa y en algunas zonas de la cuenca mediterránea. Es un árbol longevo que puede vivir hasta los 300 años. Su corteza generalmente es lisa y de color gris.

Al ser ampliamente ramificado, otorga una densa sombra a sus pies. Sus hojas con caducas, ovaladas, pueden medir entre 5 y 10 centímetros de largo y en sus bordes abundan pelillos característicos. Tiene la capacidad de generar flores tanto masculinas como femeninas. Su fruto es una baya leñosa de forma triangular, muy parecido a la castaña, con 2 o 3 semillas en su interior.

árbol medicinal haya

Principales compuestos químicos del Haya

Entre los principales componentes activos del Haya se encuentran:

En su corteza:
  • Taninos.
  • Pectina.
  • Cera.
  • Suberina.
  • Ácido esteárico.
  • Ácidos orgánicos: como betulósido, acético, gálico, linoleico, oleico
En sus hojas:
  • Fotosterina.
  • Pentosanas.
  • Cera
  • Glucósidos.
  • Xilano.
  • Xilosas.
  • Idalina.
En sus frutos:
  • Aceites: principalmente oleína.
A nivel general:
  • Como el quercetósido.
  • Minerales: tales como, potasio, azufre, calcio, magnesio.
  • Creosol.

Principales acciones benéficas del Haya

En la actualidad se usa poco el Haya para fines medicinales. Sin embargo, la tradición y la población de las zonas rurales, todavía lo conservan como un elemento importante a considerar para aliviar ciertos males.

Entre las principales acciones benéficas del haya tenemos:

  • Astringente: los taninos presentes en su corteza han sido probados efectivamente para aliviar los síntomas de la diarrea.
  • Expectorante y antitusivo: Los compuestos presentes en la corteza de este árbol, tienen la capacidad de mejorar los síntomas de varias enfermedades del aparato respiratorio como bronquitis, faringitis, gripes y resfriados. También limpian los conductos de flemas y residuos.
  • Antiséptico.
  • Antiinflamatorio.
  • Balsámico.
  • Analgésico.
  • Diurético. La acción diurética se encuentra en sus hojas. Usadas en infusión son efectivas para expulsar arenillas y piedras de los riñones.
  • Cicatrizante: cuando las heridas no son muy profundas, la desinfección y cicatrización de las mismas se acelera gracias a los componentes activos presentes en el Haya. Lo mismo sucede en el caso de ulceras bucales.
  • Es un efectivo purgante y vermífugo.
  • Antipirético: Resulta un buen regulador de la temperatura corporal en casos de fiebres intermitentes.

Del Haya y su madera, se puede extraer un carbón vegetal que resulta excelente para absorber gases malolientes producto de enfermedades intestinales, como: disenterías y en casos de flatulencias graves. Además de esto, el mismo carbón vegetal, resulta un conveniente dentífrico que ha sido utilizado durante milenios, con resultados eficaces para la salud bucal.

Hasta muy entrado el siglo XX, el Haya se había utilizado en el tratamiento de la tuberculosis. El guayacol, un aceite esencial presente en la madera de este árbol y que se obtiene a través de varias destilaciones de la misma, es eficaz contra la tisis.

Contraindicaciones

De forma general, el uso de esta planta no presenta contraindicaciones. Sin embargo, por la riqueza de su contenido en taninos, se recomienda mesura en su uso. La mucosa intestinal puede verse afectada en caso de que se presenten úlceras, ya que los compuestos astringentes del Haya pueden ser irritantes.

Lo ideal es que no se excedan las dosis prescritas, ni se prolonge el uso terapéutico del Haya más allá de 4 días seguidos. Además, es recomendable contar con la supervisión médica y profesional que permita tener un diagnóstico acertado, y que sugiera las dósis adecuadas para aliviar los síntomas presentes.

En cuanto al uso de los frutos, al ser procesados estos expelen un aceite comestible, pero los residuos o el bagazo que quedan de ellos, tienen principios tóxicos. Por lo que también se recomienda prudencia en su uso.

¿Cómo se usa el Haya?

La corteza es la parte del Haya más utilizada con fines medicinales. Se recoge al inicio de la época primaveral. Puede usarse aun estando verde, aunque los principios activos se concentran mejor cuando la corteza está seca.

Con ella, podemos realizar diversas preparaciones para aprovechar sus propiedades medicinales, entre las que tenemos:

  • Decocción: a razón de 10 a 15 gramos de la corteza seca por cada litro de agua. Se hierve por unos 15 minutos aproximadamente. Se deja reposar y este preparado puede beberse a través de sorbos pequeños, hasta alcanzar la cantidad máxima de 2 tazas por día. Este mismo preparado puede utilizarse para: gargarismos, colutorio, aplicaciones dérmicas de forma externa, entre otras.
  • Corteza en polvo: puede usarse la corteza molida en dosis de hasta 6 gramos de la misma por día.
  • Infusión: en este caso se utilizan sus hojas secas a razón de unos 25 gramos de las mismas, por cada medio litro de agua caliente; se dejan reposar y se cuela. La infusión viene siendo la forma más indicada de uso para tratamientos diuréticos.

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